Nº3 , octubre 7- 2001
En 1972 fui nombrada profesora de la cátedra Sociología de la Vida Sexual, en el Curso de Postgrado que se dictaba en la Universidad de Belgrano, destinado a psicoanalistas: Teoría y Práctica en Psicoanálisis. La materia tenía un año de duración y se dictaba en cuarto año de dicho Postgrado. En contacto con los alumnos pude advertir el déficit respecto de la Erótica como disciplina, lo que me condujo a rehacer el programa, incorporando tres meses destinados al estudio de esa disciplina en construccion.
Durante doce años mantuve dicha Cátedra, la primera destinada al estudio de la vida sexual, dictada en una Universidad y reconocida por el Ministerio de Educación. No sólo fue la primera en América latina sino que fue la única a cargo de una mujer. El dato, que tiene valor histórico por tratarse de un ámbito universitario que regularizaba y oficializaba tales estudios por vez primera, es cuidadosamente ignorado por quienes enseñan Sexología, no obstante las publicaciones que permiten rastrearlo.
Esta docencia fue acompañada a través de los grupos de estudio dedicados a Erótica y a Erótica y Mujer, que actualmente mantengo.