Pacto y contrato

Capitulo del Relato Jóvenes: contactos familiares, preparado por invitación de la Fundación , para ser discutido en la reunión de Expertos latinoamericanos acerca de Juventud y Familia (agosto 1998;Campos de Jordao-Brasil). El Relato completo fue editado en México por Causa Joven, la Revista del Centro de Investigación y Estudio sobre Juventud, año 2000

Fabricar la memoria de las generaciones es tarea de la genealogía, pero además, la pretensión parental suele insistir en la permanencia de las normas acordes con dicha genealogía, lo cual constituye un exceso respecto de la memoria de las generaciones que nos precedieron. Este es uno de los puntos de inflexión dentro de este tema puesto que inumerables enfrentamientos generacionales están asociados con la persistencia de pautas acordadas por generaciones anteriores.Y cuando se invoca el orden de parentesco(los padres) para ejercer un derecho, por el solo hecho de formar parte de una cadena genealógica jurídicamente avalada, el pacto queda a la vista. Entonces cada padre-madre miembros de esa cadena»deviene capaz de fundar a quienes le seguirán», según P. Legendre.
Este mecanismo es el que actualmente cuestionan los jóvenes, lo que significa afirmar que la juridicidad que sanciona el orden de las genealogías y las organizaciones sociales como la familia, también queda jaqueada porque algo intercepta esta linealidad generacional.
La invocación a la generación anterior como referente, que pretenden actualizar numerosos padres para oponerse a los argumentos de los jóvenes, no son escuchadas como los adultos esperarían y desearían a pesar que los jóvenes no pueden desentenderse totalmente de ellas debido a su consanguinidad (apellido/grupo familiar/linaje/antepasados). Lo cual suele gestar una irritación juvenil desafiante. Cada sistema, y éste de las genealogías lo es, aporta la representación de sus normas, más allá de la decisión que los jóvenes tengan de acatarlas. La sociedad que instituyó la juridicidad de las genealogías habla al joven en el código de obediencia a los padres y de respeto a sus indicaciones.
Este es el origen del pacto entre las generaciones, la verticalidad que marcó la Ley Mosaica mediante diez mandamientos y que está en el mundo a la espera del recién nacido. Ese nuevos ser hablante será hablado por adelantado, mediante este pacto que deberá incorporar como representación legitimada.Lo cual lo diferencia del padre y de la madre que ocupan los lugares de los que ya saben «cómo es» y (por lo general)se encuadraron en dicho pacto
Ese padre dejó su lugar como hijo para relevar al abuelo, y ocupa ahora el lugar de padre de su hijo, lo que nos autoriza a pensar en términos de permutación simbólica entre las generaciones. Pero para que exista el intercambio que implica toda permutación ambas partes precisan estar en la misma posición, lo cual no ocurre entre padres e hijos cuyas posiciones, juridicamente instaladas, se caracterizan por la asimetría o disimetría. De allí que estén enlazados de acuerdo con un pacto verticalista que se juega en territorios del lenguaje o discurso y de las representaciones que ambos tienen de si mismos, del mundo y de las leyes que lo rigen y que no acuerda necesariamente con una permutación simbólica entre una generación y otra.
Ser hijo/a de alguien se describe como una posición que incluye una categoría consaguínea adherida jurídicamente a la filiación. Pero si afirmamos que hijo/a es una categoría histórica, ello nos autorizará a pensar en una posición cambiante, cuyos contenidos pueden ser sustituídos y por lo tanto también será posible modificar su titularidad como hijo/a.
Los jóvenes suelen ser vistos exclusivamente como miembros de esa familia, sin reconocerles sus posicionamientos como ciudadanos, hombre o mujer con necesidades y deseos asociados con su género, o como miembros de una pareja o interesados en una militancia política o en otra actividad que no los individualice como «el hijo de».
La dimensión o el concepto de lo intergeneracional depende del reconocimiento del pacto histórico, pero los jóvenes y los padres han modificado o deslizado los ejes del pacto (que se refieren al vínculo impregnado por las señales del respeto entre ambas generaciones),lo que significa que el cuarto mandamiento:»Honrarás a tu padre y a tu madre» no necesariamente es entendida por los padres como podría haberlo sido en el siglo XIX, ni es acatada por los jòvenes como lo fué siglos atrás.
Si hablamos de contrato intergeneracional distinguimos 1) pacto diferenciándolo de contrato, lo cual constituye una clave en el análisis que propongo, y 2) en este ensayo,nos referimos a un contrato entre miembros de la familia.
El nuevo punto de inflexión reside en la propuesta de contrato intergeneracional; el contrato está regido por la reciprocidad y la equivalencia entre ambos términos, reconociendo las diferencias que los caracterizan, pero no exclusivamente por la verticalidad ceñida a la dinámica generacional cuyo discueso afirma: los jóvenes deben obedecer a los mayores. Esta es la pretensión irrestricta que propicia el pacto entre dos personas en relación asimétrica, designada como tal por el polo hegemónico.
No sólo asistimos a una transformación semántica del pacto en contrato, sino que hoy en día están dadas las condiciones para que pensemos en contrato entre generaciones,según los lugares y los posicionamientos de los jóvenes actuales quienes, sabiéndose vulnerables generaron otras respuestas y otras propuestas. De este modo contribuyeron al pasaje del pacto al contrato el cual permite formalizar una unidad procesadora del tema que nos ocupa.
La transformación – y no sólo el pasaje-de pacto en contrato nos conduce a la idea de equidad que sobrepasa el mandato jurídico lex dura lex, y propone revisar las relaciones entre quienes no son iguales ante la ley. O sea se transforma el pacto en contrato al comprender que los jóvenes, asociados a la definición de pacto, estaban obligados a privilegiar la obediencia.En cambio, el contrato demanda la presencia de dos personas descriptivamente equiparables .
Mediante la regulación de los términos simbólicos e imaginarios que informan acerca de las pretensiones , propuestas y desafíos de los jóvenes, éstos se convierten en corresponsables de sus propias politicas ( que ellos impusieron en forma de convicciones y prácticas: modas, músicas, etc.) oponiéndose a los mandatos que proceden de generaciones anteriores, al mismo tiempo que demandan ser reconocidos como equiparables a los adultos cuando reclaman ser escuchados y admitidos en sus pretensiones y proyectos.,
No siempre disponen de responsabilidad para hacerse cargo de esta corresponsabilidad en un contrato que regula sus comportamientos; pero lo equitativo apunta a reconocerles su capacidad y sus derechos para pretender regirse según sus propias políticas y contar con la alternativa de una discusión de las mismas con otras generaciones.
NOTAS Y BIBLIOGRAFIA Relato Juventud y Familia -Fundacion Kellog
-SÌntesis de la ponencia por invitación, discutida el 24 de agosto 1998, en campos de Jordao,Brasil..De acuerdo con las indicaciones de los organizadores del Seminario, destinado a expertos en juventud, este ensayo excluye toda mención de fenómenos relativos a las violencias de diversa Ìndole y a los valores; ambos temas estuvieron a cargo de otros expertos.
– Para un riguroso y actualizado análisis de la juventud en AmÈrica latina, convendrá consultar la Revista NOMADAS, editada por la FundaciÛn Universidad Central de Bogotá y dirigida por MARIA C.LAVERDE TOSCANO asi como JOVENES, editada por Causa Joven, Centro de Investigaciones y Estudio sobre Juventud,MÈxico, dirigida por JosÈ Antonio Perez Islas .TambiÈn en CUBIDES C. H. , LAVERDE TOSCANO M. C. , VALDERRAMA H. C(compiladores): VIVIENDO A TODA, Ed. FundaciÛn Universidad Central,Dpto.Investigaciones; Bogot·, 1997
– Entre dichas narrativas considero el progreso, la ciencia, la salvaciÛn del sujeto por la acciÛn individual que hasta el momento justificaban y explicaban los procederes de los seres humanos.Esos modelos ya habÌan sido jaqueados por las investigaciones de Coleman (The Adolescent Society – 1961)y por los aportes de Erickson (Infancia y Sociedad -1950) en los Estados Unidos
* GAYTAN SANTIAGO P. : Submetropolitano forever II, apuntes para una metodologÌa nómada de los jóvenes, en JOVENES, CuartaEpoca , N∫ 3;MÈxico; 1997
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Seg˙n la formulación de D . MALDAVSKYacerca de los iniciadores sociales: Los adolescentes homologan a sus padres con otras personas que, para ellos, ocupan el lugar de lo admirado y o temido que originalmente les atribuyeron a aquellos. Los adolescentes extraen de algunas personas, «nuevos nacimientos», o por lo menos les adjudican una serie de responsabilidades promotoras de aspectos que sienten nuevos, nacientes en ellos. »
De este modo instauran la idea de que obtienen de esas personas, la inauguraciÛn de determinadas experiencias.A partir de esta vivencia que paulatinamente se convierte en convicción, esas personas son transladadas al estatus de padres, cuando en realidad son representantes del contexto social en el que vive el adolescente.Con estas personas, las funciones de contacto se cumplen relativamente y a veces quienes las realizan tambiÈn se hacen cargo de la funcion descompletante; puede ser un sacerdote,o una profesora admirada.
Los iniciadores, se viven como menos decepcionantes que los padres , configuran una transacciÛn con la sociedad , y aunque no se lo propongan, habitualmente entran en pugna con los padres debido a las cualidades que les otorgan los adolescentes,quienes escuchan sus recomendaciones por ejemplo :»tenÈs que ir al club» o » deberÌas ir a la iglesia». Es posible que el mecanismo que conduce a adherir a estos iniciadores y que actualmente discernimos como una modalidad de los adolescentes en conflicto con sus progenitores, haya sido, en los comienzos de las civilizaciones, un hecho habitual: los seres humanos necesitados de apelar a un origen que los consolidara y asegurara, quiz· no hayan reducido su filiaciÛn a la consanguinidad, sino que tal vez se proveyeron de nacimientos originados en quienes los rodeaban y formaban parte de un contexto. Posiblemente la sociedad necesitÛ reconocer los parentescos consanguÌneos como ordenadores y limitantes de estas adjudicaciones generales de parentesco»
El texto encomillado sintetiza ideas de
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*GIBERTI E.:LOS ADULTOS NO SABEN QUE HACER CON NOSOTROS.Relato en Panel, 9º Congreso de PsicologÌa. Asociación de Psicólogos de Bs. As. Ofset.
Estimo que la expresión «proyecto de vida» corresponde a una ideologÌa propiciada por los adultos en relaciÛn con la posible autonomia de los jóvenes respecto de su futuro. La anticipación que estos proyectos suponen suele estar alejada de los anhelos juveniles que insisten en regular su futuro de acuerdo con sus propios canones que privilegian el momento actual.Lo que no significa que acierten. Me limito a señalar el deslizamiento ideológico que encierra hablarles de «proyecto de futuro» a quienes se sienten protagonizando el futuro, categorÌa que con frecuencia resignifican .

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