Editado en la revista Actualidad Psicológica, Diciembre 2000
La petición de claridad debe rechazarse con fuerza(…) Pide ten poder,define lo intenso. No,recibamos esta petición con terror;huírla es todo lo que podemos:es la primera empresa del poder sobre la banda libidinal.
J.F.Lyotard- Economía libidinal
Este artículo está organizado en tres segmentos : 1) Datos históricos y menu clasificatorio de los protagonistas; 2) Informaciones relativas a un historial;
3) Jaque al punto 1) y al punto 2)
El comienzo de los estudios dedicados al travestismo es un indicador de los procesos históricos que coadyuvaron en la creación de la actual clasificación de las nominadas disforias ; nomenclatura que forma parte de la conflictiva que la ideo de transgénero inauguró en la década del 80.
Magnus Hirschfeld,médico alemán, sexólogo e investigador, fundó en Berlin, en 1918, el Instituto de Investigaciones Sexuales; dicho Instituto que guardaba istorias clínicas e investigaciones, disponía tambén de una biblioteca que contenías más de 20.000 volumenes especializados en sexualidad.Todo ese material fue destruído por los estudiantes nazis en 1933.Según los rumores, esos archivos contendrían una excesiva cantidad de datos acerca de jerarcas del nazismo
Organizó ,junto con Havelock Ellis y con Forel el Primer Congreso de Reforma Sexual , realizado en 1921; le siguieron los Congresos de Viena, en 1930, y la Fundación de la Liga Mundial de Reforma Sexual, que se acompañaron con la publicaciónde sus primeras obras acerca de homosexualidad(1920), de prácticas sexuales no habituales(1933) y otra referida a las perversiones(1938).
Se proponía elaborar una sociología sexual, en la cual los problemas éticos , criminológicos y legislativos ocupasen un lugar significativo.Coincidiendo con Forel, pensaba que no deberían existir problemas entre la «higiene sexual»(asi se la denominaba en aquella época) y la ética sexual.
Hirschfeld había avanzado más aún :libró una batalla contra el articu,o 175 del antiguo Codigo Penal alemán que condenaba con cinco años de prisión a los homosexuales.En 1903 llevó a cabo la primera encuesta sobre homosexalidad y heterosexualidad, dirigida a 3000 estudiantes varones y recibió 1756 respuestas. Inmediatamente convocó a obreros metalúrgicos con el mismo criterio y obtuvo el 40% de las respuestas.El escándalo que provocó con ambas encuestas le costó una multa de 200 marcos(o bien diez días de cárcel).
H.Benjamin( 1996 )otro estudioso dedicado al tema, narró las visitas que en 1920 realizó a Hirschfeld en la clínica que éste dirigía;allí se encontró con travestis que raramente asistían para tratarse pero que recurrían a la ayuda del director para procurarse el permiso que debían presentar ante el Departamento de PolicÌa de Berlin. Era necesario llevarlo consigo para vestirse como mujeres y de ese modo aparecer en público. En la mayorÌa de casos, este permiso se otorgó porque estos pacientes afirmaban que no tenían intención de emprender un crimen aprovechando el disfraz, e Hirschfeld consideraba que vestirse como mujeres resultaba beneficioso para su salud mental.
Un precedente clínico de la descripción de los travestis(1967) se produjo en 1870 y estuvo a cargo de W. Westphal quien se refirió al travestismo caracterizándolo como»forma de sentir sexualmente contraria», situación en la que «un hombre manifiesta una sensibilidad femenina y padece angustia cuando intenta refrenarse:la angustia cesa cuando logra expresar su manía»
Han transcurrido varias décadas desde esta descripción, sin embargo, es posible mantener el criterio original: «el travesti se siente absolutamente ajeno a su sexo;sus sensaciones como mujer o como varón(ya se trate de travesti masculino o femenino)los saturan completamente, sin que sea posible constatar en él algun signo de locura»
Havelock Ellis , inspirándose en las historias del Chevalier d´Eon de Beaumont,
un conocido travesti en la corte de Louis XV propuso el tÈrmino » eonismo» para la misma condición. Corresponde entonces recordar al Abate de Choisy, nacido en el castillo de Luxemburgo en 1644, durante el reinado de Luis XIII. Su madre,mujer brillante, tuvo un papel (no sabemos exactamente cuál) en la historia de las Ridículas del siglo XVII. Perdió a su padre muy temprano y su madre lo crió como mujer. Segun se lee en la Presentación de sus Memorias(1987) (cuya autoría la editorial no aclara) a los dieciocho años, apenas tonsurado, consiguió la abadía de Saint-Seine.Dos años después se fugó y,vestido como mujer, durante seis meses acompañó a un grupo de comediantes.Por fin se instaló en Paris como la condesa de Barres.Sus memorias ,editadas en 1735 cuentan cómo transforma paulatinamente sus hábitos en una vestimenta femenina que,entre complacencisas y complicidades, era aceptada por el entorno.
El famoso texto de Richard Burton(1989),entre los centenares de descripciones alrededor de sus viajes por oriente,reproduce un texto de L. Davilledonde se «describen las infamias de Lahore y Lajnau donde encontró hombres vestidos de mujeres,con flotantes rizos bajo sus coronas de flores imitando el andar, los gestos femeninos y su voz, guiñando el ojo a sus admiradores con la coquetería de las bayaderas.»
Esta descripción coincide con un estilo de travesti «voluntariamente sexy,una aproximación atractiva porque representa ese tenerlo todo a mano(…)la pura sexualidad de tramoya.(…)Cocteau y Man Ray se fascinaron por el delicioso Barbette y en la historia de la literatura se han descripto repetidamente verdadesy mentiras acrca de ellos»(de Diego E. 1992)
Clasificar para pensar
Corresponde distinguir el travestismo, de la transexualidad(Millot 1984) y ésta, a su vez, del hermaforditismo(Delcourt 1970)
Algunos autores se refieren al travestismo como una desviación sexual y otros lo remiten a un malestar de género que no reclamaría satisfacción sexual sino ,preferentemente, exposición de si mismo con ropas y maquillaje del otro género. Históricamente . se describió como perversión menor y entre nosotros Etchegoyen(1977) propuso una distinción que actualmente la psiquiatría no convalida:»Si el acento está puesto en representar el papel del sexo opuesto,la base del travestismo es la homosexualidad; y es el fetichismo en cambio si el estimulo principal de la perversión son las ropas utilizadas». La clínica parecería constatar que la mayoría de travestis estudiados son heterosexuales pero algunos pueden ser bisexuals latentes. Ellos» sienten «como hombres y saben que ellos son hombres,a veces casados. Algunos, especialmente cuando están producidos como mujeres*, pueden, como parte de su papel femenino,reaccionar homosexualmente a las atenciones de un hombre normal que desconoce su condición;lo cual no autorizaría su homologación como homosexuales.
H.Benjamin( 1999 ) discierne entre los «tres desórdenes » y señala que una diferencia sustantiva se encuentra en la elección de pareja del mismo sexo o en su ausencia. «La actividad homosexual no es factible sin el acompañante homosexual que constituye un factor primario.El homosexual es un hombre y quiere ser nada más que un hombre que se despierta sexualmente por otro hombre. Aun cuando sus características correspondan a la variedad afeminada, todavÌa está en armonÌa con su sexo varón y con su gÈnero masculino. En cambio, el travesti y el transexual no se sienten identificados con su sexo y no están en armonía con sus cuerpos.»
El travesti que goza vestido como mujer se remite a un acto completamente solitario, y no requiere pareja para su disfrute. El transexual tiene, como objeto fundamental de su vida, su transformación en otro sexo.(Giberti 1993) Una pareja masculina puede ,posteriormente, ser deseado de manera más o menos urgente ,pero esa pareja constituye un factor secundario que no necesiamente se mantiene constante
Las relaciones sexuales de un trasvesti son (en la mayorÌa) las de una persona heterosexual; «sin embargo, frecuentemente adoptan la posición femenina en la cópula».Esta afirmación de Benjamin reclama el esclarecimiento propio de los estudios de género y de la Erótica como disciplina en formación(GIBERTI 1984, 1997,1998) :¿cuál sería «la posición femenina en la cópula?» Es una afirmación esencialista que si bien puede dar por supuesta una postura coital ,en manera alguna podría considerarse propia y esencial el lugar que en ella ocupa la mujer
En otros tÈrminos: La homosexualidad es un problema de sexo, que afecta a dos personas, una de ellas la pareja del mismo sexo :éste es un requisito primario y generalmente imprescindible.
El transsexualism es un problema de gÈnero y de sexo,y el hecho de entablar pareja será de importancia secundario aunque podría advenir a tener una importancia ocasionalmente vital.
El trasvestismo es un problema social con una implicaciÛn de gÈnero y sexo; el transvesti no requiere imprescindiblemente una pareja, y en caso de tenerla,puede ser heterosexual.
Ni el homosexual ni el bisexual se sienten desorientados en su papel de gÈnero o sexo.Inclusive,hombres conocidas como » las reinas, «que forman parte del homosexual afeminado ,solo suelen vestirse como mujeres en ocasiones especiales sin la reserva emocional de los travestis ni tienen deseo de cambiar su sexo.
Las disforias de género.
La experiencia clinica actual permitió refinar las ideas originales acerca de los considerados desordenes de la sexualidad, del sexo y del género.Asi se incluyó la idea de disforia (gender dysphoria,traducido como malestar) que se refiere a la disconformidad acerca del «propio»sexo y el deseo de poseer el cuerpo del sexo opuesto junto con el deseo de mirar a quien tiene el mismo sexo como si fueran del sexo opuesto.
La creación del concepto de disforia de género ,según algunos autores pertenece a Stoller(1985), pero Bodlund et alter(1993) sostienen que fué Fisk quien lo creó en 1974 .Distinguió entre sexo y género y marcó la distinción entre transexuales ,travestis y homosexuales.Estos nuevos criterios permitieron incluír a los transexuales posicionados como disforia extrema si dicha transexualidad tuvo una duración mínima de dos años (según la nomenclatura del DSM-III-R-1987).Mientras que el travestismo,iniciado entre la pubertad y la adolescencia, que recurre persistentemente a vestirse con las ropas del otro sexo(habitualmente los varones con ropas de mujer),constituye modalidad que se acompaña con excitación sexual y se considera disforia leve.
El bisexual se muestra atraído por ambos sexos, asi como el términoanalloerotic– -que adquiere su sentido tomando prestada an del griego ,para añadirle alloerotic – describe un sentimiento de indiferencia sexual hacia cualquer sexo (Blanchard A. 1989).Esta nomenclatura es producto de la investigación que se llevò a cabo en el Gender Identity Clinic,Clarke Institute of Psychiatrie, Toronto, Canada, trabajando con 212 adultos(hombres y mujeres)transexuales; a la luz de dicha investigación se recorta el concepto deautogynephilia, en tanto imagen de si mismo como mujer( La evaluación se realizó mediante la Core Autogynephilia Scale).
Inicialmente el tema fue introducido en 1918 por Hirschfeld(1918) quien denominó a quienes asi se sentían, con el nombre de autonomosexuals(«They feel attracted not by the womwn outside them,but by the woman inside them» (Hirschfeld 1948).Otros autores retomaron el tema ,pero fué Blanchard(1985, 1988,1989) quien lo desarrolló postulándolo como fundamentalmente distinto de los homosexuales ;en tanto la autogynephilia se localiza alrededor de la idea de ser una mujer.
Los autores describen la autogynephilia formando parte de las disforias de genero heterosexuales , sostienen que interfiere la «normal»atracción hacia otras personas.En estas circunstancias,la disforia de genero heterosexual mantiene su eficacia si se conserva la necesidad de vestirse como mujer.En algunos historiales si el travesti tiene una compañera mujer, durante el coito heterosexual fantasea que él es una mujer penetrada por su compañera imaginada como varón.(Benjamin 1966,Lukianowicz,1959)
Otra clasificación tiene en cuenta la persistencia de las prácticas travestis ya se trate de su ejercicio permanente,utilizado como forma de vida, o bien travestismo ocasional.Diferenciandose a su vez de quienes se travisten para determinadas actuaciones teatrales.
La marcación clínica distingue ,además, entre aquellos travestis-fetichistas y quienes no lo son. En general ,y más allá de la discusión que merece el tratamiento que el DSM III y el IV otorgan a estos cuadros se considera que el travestismo se caracteriza por la utilización de ropas que habitualmente viste el otro sexo,lo cual lo posiciona como un trastorno de conducta que podría adquirir características de engaño y mistificación.Las solicitudes de cambio de sexo que en oportunidades ponen de manifiesto remiten a la aplicación de siliconas y la incorporación de hormonas
Otros travestis son desconocidos como tal, y sólamente se muestran en la intimidad de su hogar y a veces ante parientes cercanos
Se supone que la mayoría de ellos necesitan vestirse para salir a la calle y aun para estar «de entrecasa»; precisan ser identificados como mujeres. Los que ejercen la prostitución constituyen el sector que se caracteriza por la tendencia al exhibicioismo en las calles.
Otros pueden vivir completamente como mujeres y su condición a veces se descubrió despuÈs de la muerte. La historia de Charlotte Bach( WILSON 1989) es paradigmática en ese sentido
Una clasificación que intenta definir
Benjamin divide a los travestis en tres grupos ; 1) quienes sólamente pretenden salir a a calle vestidos con ropa «femenina» y se aceptan a si mismos como mujeres.
Pueden vivir en conflicto con la ley pero muchos de ellos vive y trabaja como varón con esposa heterosexual e hijos.
El grupo 2 se evalúa como etapa más severa de una perturbación emocional,intermedia entre transvestismo y transsexualismo. Ellos necesitan algo más que «vestirse «para apaciguar su sexo psicológico con su componente mujer que exige evidencias; quieren experimentar algunos cambios fÌsicos, acercando sus cuerpos a los de la mujer, aunque eluden desde la cirugÌa y la alteración de sus genitales. Tal deseo, sin embargo, puede jugar una parte en sus fantasÌas y fantasea. Para ellos el pene es todavÌa un órgano de placer, en la mayorÌa de los casos para la masturbación.Suplican la realización de gynecomastia (desarrollo de seno) con la ayuda de medicaciÛn de hormona. La psicoterapia se indica pero los pacientes frecuentemente rehusan o el tratamiento fracasa
El Grupo 3, constituye el desarrollo total del transsexualismo
El mismo autor enuncia modalidades de lo que él denomina el auténtico travesti reguladas por un comun denominador:la necesidad de usar ropas del otro sexo.Algunos de ellos pueden parecer adictos, dada su necesidad creciente de vestirse como mujer.
2) Encuentros cercanos con un travesti y su maternidad
En el ensayo El lado oscuro de la maternidad(Giberti 1996) comencé a exponer
las características de una solicitud que un travesti me había planteado:»Yo quiero tener un hijo, voy a adoptar un hijo.Pero no voy a ser el padre sino la madre y quiero que me ayudes»
En ese mismo ensayo sostengo que la idea de maternidad es un acople, una exacerbación idealizada de la vivencia de madre.Entonces un hombre puede maternar en tanto se asuma como hombre que materna.Pero¿qué sucedía con un travesti que se solicitaba a si mismo como madre?Es innegable la identificacíon con un aspecto de las posibilidades reproductivas de las mujeres y para este consultante ,»ser denominado mamá garantizaba el placer de ser aquella que finge ser cuando trabaja como mujer que se prostituye».Debo corregir mi afirmación : quien habría de convertirse durante años en un consultante habitual , había abandonado la prostitución.Por otra parte, yo había aprendido que existe una dimensión autogynephilica me permitió pensar desde otra perspectiva su ficción de ser mujer.
Para describir algunas alternativas del trabajo que realizamos, lo llamaré TM(Travesti Madre).Cuando se me acercó para solicitarme ayuda, conociendo mis libros sobre adopción , compartíamos una reunión a la que asistían numerosas personas .Vestía como un travesti discreto aunque fácilmente identificable y lo acompañaba quien luego supe que era su pareja .Días después solicitó hora para una consulta. Llegó puntualmente y si bien su atuendo no era inquietante, podía traslucirse su travestismo.Al finalizar la primera entrevista le sugeri que tratara de acompasar su vestuario con la asistencia a un domicilio profesional donde debía compartir el ascensor y el ingreso con vecinos .Más allá de los diálogos que mantuvimos, el reconocimiento de la ley que regula determinados matices de la convivencia, fué inmediatamente asumido por TM .Su presencia se transformó en la figura de una mujer sobriamente vestida,cuyo maquillaje trasuntaba «una cara al natural», su manera de caminar se desprendió del bamboleo de caderas y se ciñó a un paso común.La habilidad para manejar este transformismo forma parte de los temas que nos ocuparon durante algunos años.
Una primera clave de estos encuentros -que no respondieron a un ritmo convencional- reside en que TM no recurría a mi como travesti sino como madre : desde ese deseo-necesidad me interpelaba para aprender a ser una «buena mamá».
Advertencia para quien esté leyendo : anticipo que varios años después, y tal como lo planteo al final de este ensayo ,el contenido de algunos párrafos podría ser modificado .
No describiré detalladamente los contenidos de nuestros diálogos, pero si es posible recortar algunos de ellos.En primer lugar ,TM siempre se refería a si mismo posicionándose en el discurso como una mujer,(decía «:nosotras») en tanto yo le hablaba posicionándolo como varón travestido. El encuadre que yo metacomunicaba era indudable : «Dado que sos travesti, por lo tanto sos un varón «La persistencia de TM en su ser mujer y madre,por momentos adquiría niveles de provocación, quizá respondiendo a la que sentía como mi provocación.
Creo que la provocación constituía un distribuidor significativo, tanto en lo que decíamos cuanto en la realidad del ser travesti;¿por qué? porque el travesti rompe, quiebra el pacto de homologación entre hombres.Se burla y descalifica lo masculino al elegir comportarse como mujer,es decir, provoca a sus pares que ahora son no-pares.Los otros hombres se sienten desdeñados por este comportamiento ,y quizás sus respuestas burlonas ante los travestis se originen en el regisro de la ruptura de un pacto que implica una traición.Además, la clientela de los travestis que se prostituyen está a cargo de hombres que les reclaman prácticas sexuales cuyo disfrute depende no sólo del ejercicio en si, sino de quien lo realiza.
Al mismo tiempo, al «hacerse travesti»parecería que trataran de explicar la diferencia entre los sexos como si sólo se tratara de una diferencia formal,convencional:» me cambio de ropa, modifico la voz y el cuerpo y ya está, formo parte del otro sexo».Es decir, no hay diferencia, solo se trata de una transformación de lo masculino en otra cosa.(La libido¿no era masculina?). Paradojalmente, mediante los travestis,surge la gran ilusión: todo cuanto acontece en el planeta pasa por un género único,el hombre,tal como el sexismo del lenguaje lo consagra.
2.1) «Soy una mujer»
Durante una entrevista afirmó «Yo siento y pienso como una mujer»;se trataba de la cuestion del ser en la identificacion. Entonces le pregunté:
«¿Cómo crees que siente una mujer?» Me corregi y repregunté «¿cómo cree que nosotras sentimos? » O sea, me posicioné delante de él como una mujer e involucré la transferencia: «¿Como crees que siento yo?»
Empezó a responderme dándose cuenta de lo que significaba mi pregunta: «¿quién soy yo?»
Me respondió refiriéndose a la ternura,a la delicadeza, a los sentimientos humanitarios y añadióun párrafo acerca del apasionamiento, o sea, un discurso ficcional de su sentirse mujer . Ficcional por lo ostensiblemente convencional del discurso
Le pregunté:»¿ vos sos asi? «Sonriendo me dijo :.»No, a veces me enojo mucho. El nene a veces me irrita.»En ese momento el hijo tenía tres años
TM cortocircuitó su discurso cuando no consiguió adherir a lo que su ilusión-identificacion le marcaba de manera superyoica y como Ideal del yo ,dado que su testigo persecutorio era yo.Mi traabajo no residía en modificar su travestismo,o criticarlo;pero pensé que facilitar el «como si», en lugar de contribuír a posicionarlo en su maternidad travesti(que era su motivo de consulta),por el contrario coadyuvaría a fomentar la equivalencia ficcional :»yo soy mujer porque siento como mujer» .En esta índole de trabajo, orientación para padres, en los que el discurso está imaginariamente dirigido a otros,los hijos, pero que recala fundacionalmente en los padres pulsando la rememoración de su infancia al dialogar con quien espera que lo «oriente» , yo aceptaba su discurso y al mismo tiempo cuestionaba su pretensión de naturalizar su «soy una mujer» ;yo respondía en clave de una realidad social que es un segmento la realidad que encontrarían él y su hijo en el mundo externo,hasta que el transgéro se haya diseminado como alternativa . Si TM hubiese necesitado-deseado ser escuchado por quien aceptara que él es mujer, no me hubiese elegido como interlocutora;o lo hubiese hecho y me hubiese abandonado rápidamente. No sucedió de ese modo.
La importancia de lo gestual y postural de TM generó escenas novedosas durante la consulta,por ejemplo, se cruzaba de piernas con cuidado como podría hacerlo una mujer.Los gestos que realizaba con las manos estaban medidos,eran cuidadosos, quizá reproduciendo una inhibición del orden de lo fisiológico : su barba no crece , como efecto de los tratamientos hormonales, lo mismo sucede con el vello que podría tener en los brazos .La alteración de su fisiología es otra de las claves del trabajo que realizábamos y que adquirió otra vigencia cuando comenzó a ocuparse de su hijo, un bebe al que debía cambiar bañar,limpiar.
2.2) Un hijo pequeño
El impacto que a veces me producía me condujo a pensar en el efecto que podría producir en una criatura que dispone de menos recursos para asumir lo extraño de la situación aunque habiendo crecido al lado del travesti-mamá, el hábito podría lograse neutralizar dicho efecto.
En el primer encuentro aún no tenía un niño a su cuidado, pero poco tiempo después pudo recibir un bebe de un año dada la intervención de otro travesti ;no esposible hablar de adopción, pero tampoco podría mencionar irregularidad en la incorporación de ese niño en esa familia formada por TM y su pareja
Antes de saber cómo lograría tener un hijo, me dijo:
«Quiero un chico morochito» ,en ostensible enfrentamiento con la discriminación hacia nuestras etnias aborigenes
Su preocupacion de carácter social(pulsion social)permitía pensar en la sublimación e relación con la maternidad y la paternidad .
Inicialmente me planteo que queria que su hijo lo llamase mamá, es decir, que lo convalidase en su ser mujer. pienso que ensayaba la fetichización del niño. Concurria a nuestros encuentros cada tres meses «como madre, para ver si todo esta bien».
En la actualidad el niño cumplirá cuatro años.Me pregunto qué sucederá cuando el hijo descubra que no todas las mamas tienen pene.
En cierta oportunidad el niño se tiro al suelo en un shopping,»encaprichado». TM me dijo:»Yo no sabia que hacer.No poda malcriarlo comprandole lo que el queria. ´Me di cuenta que él no podia dominar la situación porque es chiquito. Entonces me agache y le empecé a hablar hasta que se calmó, y seguimos caminando»
En el shopping TM tenía público y lograba ser mirado ,no sólamente por travesti, sino como travesti a cargo de una criatura; podía percibirse la satisfacción debida al exhibicionismo que la situación le facilitaba.No podría afirmar en cambio que existió una tedencia a escandalizar en ese momento, que el hijo regulaba. Al mismo tiempo que funcionaba como talón de Aquiles para esa mamá.
A esta altura me parece pertinente aclarar que ya no me parece posible discernir con claridad qué se entiende por madre(Giberti E.2000) puesto que,merced a la fertilización asistida ni siquiera parir una criatura garantiza una maternidad biológica.La polivalencia de las dos sílabas entrañables admite que la madre fálica descienda de su recinto simbólico para aposentarse en un travesti;la maniobra es posible porque algun travesti será capaz de modificar el poder fálico del que originalmente pudo estar dotado , adosándole una ternura inventada más allá de las identidades de género.
Durante una de las primeras entrevistas le pregunté cómo manejaría la intimidad de su cuerpo, pretendiendo ser la madre.Lo que me respondió en aquel momento adquirió sentido a posteriori :»El tiene que aprender que soy su mamá y tengo pito» .Este punto reclama una exposición extensa(y no dispongo de ese espacio) que incluye la información acerca de los grupos que en este momento trabajan en los Estados Unidos y se ocupan de la difusión del tema: cómo incluír a los hijos de travestis, homosexuales,transexuales y otros miembrosde la nación transgenero en las escuelas, clubes y otras instituciones.
2.3) ¿qué hacer con lo masculino?
En alguna oportunidad me pregunté¿ dónde tendrá guardado-escondido lo masculino?Entendiendo por lo masculino las características anátomo-fisiológicas del varón ;impresionaba como si ese ser masculino estuviese allí, delante mío, pero enredado, en el cabal sentido de estar sujetado por riendas; probablemente no me constaba que TM se sintiera estricta y absolutamente mujer.
¿Qué hace con lo masculino? Hoy pienso que la tendencia a provocarme sustituía esta pregunta en él mismo;porque si lo analizamos desde la estructura familiar, el posicionamiento cívico ,la vertiente antropolgica, encontraremos respuestas pero desde el psiquismo ,la provocacion que quizá inconcientemente ensayaba conmigo, parecería constituírse en defensa frente a preguntas que los ytravestis no se formulan.Por lo menos este travesti había llegado a mi consultorio con afirmaciones y certezas acerca desí mismo,porque recurría a hechos concretos y saldados: era travesti, o sea, un hombre con tetas y una mujer con pito, según su definición. Había saldado los» desajustes» de su cuerpo con cirugias y maquillajes y sus genitales constituían una garantía para el placer masturbatorio.
Algunos datos de su vida:
TM comenzó su desarrollo sexual como homosexual durante la temprana adolescencia, «de jugando».Cuando asistió a la primera consulta tenía 32 años y vivía con su pareja desde los 28 años . Dispone de una profesión que le permite trabajar en su casa , con sus libros y su computadora; su pareja es quien le provee la mayoría de los contactos para sus actividades intelectuales.
En la situacion de TM es posible inferir que la distribucion libidinal, asi como su deseo de ser madre quizás acuerden con su experiencia como hijo, y la posterior identificacion con ella. Su madre se entero de su tendencia cuado él era adolescente.Comenzó por llevarlo al médico,y finalmene aceptó sus características,pero, según ella decía,»no se lo había contado al padre», que era un hombre indiferente y escasamente presente en el hogar.
3 ) Jaque al punto 1 y al punto 2)
Los travestis que se comportan de manera semejante a TM avanzan-sabiéndolo o no-en la conceptualización del transgénero . Apuestan y ponen a la vista el diseño imaginario de una dimensión de lo humano «completa», que podría analizarse desde diversas perspectivas. Ya sea imaginando la ausencia de aquella represión(y de otros mecanismos) que sostiene a los nomencladores binarios hombre-mujer; o bien imaginando una dimensión indiferenciada que quizá haya existido en el origen de la especie (y que desde la perspectiva de la pulsión de dormir yo convoco en El ombligo del Género- 1998 ).
En este caso ¿se trataría de una androginia como proyecto psíquico , transladada al orden de lo simbólico?(translado o transformación que sería preciso fundar teóricamente). La existencia de los travestis,su convivencia social, sus subjetividades que fundan la defensa de sus derechos ,no están regidas sólo por el orden simbólico:llegaron a ser travestis -modificando y a veces caricutarizando la generidad socialmente atribuída a lo femenino- justamente porque anatómica y fisiologicamente son varones. La suya es una simbólica que solo ficcionalmente puede eludir el potencial seminal que no es encorsetable ;ni los travestis prometen encorsetarlo.No necesito extenderme en la necesidad de diferenciar los planteos biologistas y distinguirlos respecto de la conceptualización del soporte biológico-identitario que, en relación con el genoma y la presencia del ADN,constituyen esa cosa que vulgarmente se denomina cuerpo.
Si además dispusiera de espacio para reproducir las investigaciones de Louis Gooren(1999) y de R.Green(1999)en una de las cuales encuentran marcadores de diferenciación sexual en el cerebro y en otra comienzan a estudiar los origenes biológicos del transexualismo, sería posible organizar un interesante recorrido interdisciplinario.
Podríamos pensar que los seres humanos contamos con disposiciones en ciernes, que están en vías de desarrollarse ,asociadas con la economía pulsional y su resonancia en el Yo. El desarrollo de disposiciones depende en proporción significativa,de lo que aporte el mundo externo; entonces, la actividad y la pasividad que no son sólo producciones psíquicas, ligadas a la economía pulsional ,deberán reordenarse de acuerdo con los estimulos provenientes del mundo exterior.Supongamos que no haya delegacion de una de las dos alternativas en el otro.Entonces tendremos la reunión de las dos disposiciones con fuerzas equivalentes en el mismo sujeto.Con lo cual se crearía algo diferente de la tradicional polaridad activo-pasiva.(Maldavsky 2000)
Si de creaciones se trata, TM aportó la suya al maternar a su pequeño hijo desagregando maternidad de sexo biológico. No me es posible avanzar aportando más información acerca de lo que aconteció durante los años en los cuales pensamos junt@s; tampoco acerca del desarrollo del niño ahijado.
3.1) Transgénero y travestis
La idea denominada transgenero, inicialmente tanteó su identidad ontológica mediante la cultura queer (Llamas 1999), es decir, utilizando una expresión que se eligió por su valor desafiante y antagónico.La queer theory (Morton 1996, Giberti 1998) se ocupa de todas las sexualidades, pero alejadas de una organización jerárquica regida por la heterosexualidad. El movimiento se inició en la década del 60 y apuntó a las mismas luchas que los otros movimientos de liberación :antidiscriminación,igualdad de oportunidades, oposición a los colonialismos, derechos de las minorías. En esa misma década los movimientos organizados por gays y lesbianas asumieron su lugar público como parte de la comunidad. Los grupos queer repudiaron la aplicación del pensamiento binario hombre/mujer, regla/excepción a la vida sexual y argumentaron sosteniendo que la puesta en acto de la vida sexual es siempre histórica. Cuestionar la idea de género será uno de los puntos claves de la teoría queer y dicho cuestionamiento se enlazó con la incipiente idea de transgénero ; asi se creó latransgendered sexuality que se opone a la concepción de una base biológica del sexo .Lo transgenérico está constituído por convicciones y prácticas que revisa la que denominan «supuesta» identidad de género. Denuncia las reglas de la tesis de género por considerarlas discriminatorias y además adherida a las presiones del mercado que indica qué y cuánto consumir.
El transgénero acoge a gays,lesbianas,transexuales, travestis,andróginos, intersexuales, hermafroditas, queers(torcidos) y a unamultiplicidad de rasgos, modalidades, estilos,conductas y todo aquello que signifique rechazo de ordenamientos sexuales que se consideran inamovibles y establecidos.
La enunciación de la idea de transgenero no implica adherir al planteo que la misma propone ; en mis diálogos con TM mantuve el registro hombre-mujer
porque ese estilo corresponde a mi convicción acerca del travestismo.Lo que no excluye la existencia de personas que reconociéndose transgenéricas no desean ser identificados como hombres o mujeres.
El tránsgénero tiende a burlarse o desestabilizar-como procedimiento provoctivo y desafiante- aquellas prescripciones destinadas a encerrar o dogmatizar pautas de convivencia.Se oponen a toda clasificación psiquiátrica o clínica que considere estas conductas como patológicas o desviadas,ya que sostienen que esos criterios cientificos pretenden aniquilar cualquier forma de ambigüedad sexual e imponer modelos adaptativos, silenciando los deseos de cada sujeto.
Cuando, en 1996,la Asociación Psiquiatrica Americana realizó su reuníon anual,frente al edificio donde se reunía sus miembros se reunieron grupos de transgénericos llevando carteles donde acusaban a lo profesionales asociándolos a»Patofilia de Género». Se referían «a aquellos que no pueden prescindir de la necesidad de patologizar cualquier conducta de género que le cause desasosiego. Amor a la patología» al decir de Jose Antonio Nieto.
La teoría queer elaboró una concepción no medicalizada de la «identidad de género» ;entre quiees avanzan investigando el tema J.Butler, J.Goldberg,M.Warner, y las universidades más adelantadas en el tema, Duke, Berkeley y John Hopkins.
Los antecedente míticos habitualmente desemboca en Tiresias, pero no es él en quien pienso, sino en la tradición hermética de los gnósticos y de los alquimistas cuyos textos estaban ilustrados con el Andrógino Primordial. No obstante la belleza de la imagen no satisfizo a los iniciados y a los esotéricos que buscaban trascender en una Unidad trascendente, logro imposible mientras se mantuviese la diferencia dicotómica macho-hembra.
El transgénero parece ir más allá de esta metafísica de los herméticos mediante la concepción de una sociedad en la cual sus miembros se contruyan ajenos a la dicotomia femenino-masculino, proponiéndose como sujetos maleables por si mismos.
Entonces, los puntos 2) y 3) plantean un antiguo problema de la posmodernidad : ¿cómo pensar en estos temas a partir de la inspiración y de los recursos teóricos y técnicos que el siglo XIX nos proporcionó?
BIBLIOGRAFIA Y NOTA
ABATE DE CHOISY : MEMORIAS, VESTIDO DE MUJER;Ed. Manantial;Bs. As.;1987
BENJAMIN :THE TRANSSEXUAL PHENOMENON, New York; 1966 citado por
BLANCHARD.
BENJAMIN H: The TRANSSEXUAL PHENOMENON; Electronic Books
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* Nota: La expresión»producirse’ corresponde a la jerga de los medios de comunicación; se dice que alguien está producido cuando no descuidó detalle alguno de su presentación, aun subrayando sus aspectos más seductores y/o estéticos.