Selección del texto original, editado en la Revista Viva
La frase se erigió en emblema de preocupaciones adultas; desparramados y desparramadas por boliches, calles y estacionamientos al paso, las chicas y los muchachos avanzan sobre las paredes oscuras de una ciudad que se enciende para convocarlos. ¿Qué hacer con ellos? Casi no duermen, salen todas las noches, empujan hasta el agotamiento las reservas del sueño y colorean ojeras matinales que los identifica como cifras de un mismo código . Transcurren las horas nocturnas imaginando qué es lo que podrían hacerle a la noche ,de la que se apropiaron, al construírla cada día con sus discursos y sus presencias
Suponemos- ¡tantas cosas suponemos acerca de este tema!- que los adolescentes sienten que la noche les pertenece, así como el día es de los adultos. Si claro, parece obvio:en la noche no están los padres , ni los profesores; la noche los inmuniza contra ellos y les ofrece estar a solas en la oscuridad saturada por el suspenso y por lo misterioso , que hace recova en las horas aún no transcurridas.
En eso se nos parecen. Pero se diferencian cuando repelen el dormir. Saben que cada noche anuncia la pérdida de una ilusión( que llega cuando amanece) y que cada hora que transcurre indica el por-venir del final . Entonces bailan, gritan, chupan, vomitan, avanzando sobre el placer que se imponen sentir , para hacer como si no se diesen cuenta que están viviendo algo que se terminará, aunque pretendan prolongarlo comiéndose la vida nocturna en cofradía
Sin imaginárselo, dramatizan una porción de la historia de aquel famoso noctámbulo que aprendimos a mirar en el cine, deformándolo gracias al prestigio idealizado del amanecer .El que se cubría la cara con la capa negra forrada en saten, y escondía el comillo perverso, aún teñido por el rojo, como el que usan los chicos cuando se disfrazan de Drácula ( los niñitos adquieren en las jugueterías una dentadura postiza hecha con plástico, y un sobre que contiene sangre imitación; y evalúan qué calidad es la mejor, la que no mancha la ropa y evita la furia de mamá ).
Pero esa historia que nos mostraron(e insisten en filmar) puede leerse de otro modo :cuando amanece, Drácula se refugia en su recinto de un ambiente horizontal porque es un habitante de la noche. Las yugulares de sus compañeros de reparto podría morderlas durante el día, y también en plena luz podría derretir de pasión a las jóvenes ingenuas . Pero durante el día todo carecería de misterio, y el misterio fascina.De día ,Drácula tendría que vestirse con zapatillas, remera y jeans, lo cual exige técnicas deportivas de seducción ; en cambio , al envolverse en una capa larga, negra y flotante, es como si se arrebujase en la noche misma. Entonces es cuando se autoriza a ser habitante de las regiones sin luz, donde se perpetra -o se fantasea- lo que se oculta durante el día ,lo que no se quiere mostrar de uno mismo a quienes privilegian el sol (metafóricamente,los padres,los profesores, los comentaristas) ¿O alguien supone que los adolescentes y los jóvenes que transitan fanáticamente por la noche son los mismos hijos, alumnos, sobrinos, o nietos que se muestran durante el día?
Drácula es un incomprendido: siempre se lo instala en el campo de la odontología , chillando como un vampiro, cuando en realidad sólo busca poder morirse; y mientras espera la llegada de quien lo libere de la vida, habita la noche sin envejecer. De eso se trata la actual travesía nocturnal : esa noche, la de nuestros adolescentes, termina ; pero LA NOCHE no muere , apenas se separa de nosotros para envolver otros territorios a los que no accedemos (salvo cuando el jet sobrevuela el tiempo y nos deposita en otro país una hora antes de aquella en la cual partimos.)
Parecería que los jóvenes , que llevan inscripto en sus genes el saber de la especie ,y que por lo tanto no ignoran que LA NOCHE persiste siempre renovada, niegan, trasnochando,que es la (su) juventud la que se termina. Drácula, atado a una noche infinita , no conseguía vivir esa noche con final como la que construyen los jóvenes ;estaba condenado a nutrirse en la oscuridad con una inacabable juventud. La aparición del astro rey sólo le marcaba que había finalizado el horario de protección al vampiro.
La asociación noche-juventud que protagonizan los adolescentes fanáticos del trasnochar , responde a la fantasía de que, estar en la noche equivale a ser joven para siempre. No fueron estos adolescentes nocturnales sometidos a los patos vica (réplica engordada del vampiro sutil ) , los inventores de esa fantasía, sino quienes precisaron-desde siempre- esconder las arrugas en los pliegues de la penumbra. Como nosotros tratamos de ocultar el fracaso de muchos de nuestros códigos para con los jóvenes : la estaca que(como a Drácula) les clavamos en el corazón cuando permanentemente hablamos mal de ellos no los exorciza de su juventud abrumante.Sin embargo,debe ser posible construír alguna filosofía del trasnochar que nos permitiera reconocer nuestras recíprocas decepciones. Discépolo podría ayudar, pero habrá que intentarlo sin él.