El original de este ensayo fue editado en la Revista Feminaria, en noviembre 1997
Las disidencias y las coincidencias entre los expertos en medios de comunicación desembocan en la tendencia actual que distingue entre los medios de comunicación de masa,1) que se ocupan de entretener y divertir al público, 2) que utilizan publicidad y marketing y 3) que difunden información y aportes artísticos. Se añade que a fines de la década del 70 (entre nosotros en la década del 80) surgió una tevé acoplada a las relaciones públicas generalizadas -o comunicación generalizada-, que se recorta de las clasificaciones anteriores.
El nuevo modelo apunta a la tecnología y estrategias cada vez más refinadas de la comunicación y de la gestión social . En ellas, tanto la fluidez de la información así como los intentos de seducción, no son meros artefactos o discursos alrededor de la vida; funcionan, al mismo tiempo,como poderosas activadoras de cambios sociales y culturales. Ponen su acento en temas aparentemente consensuales y tienden a lograr el máximo de adhesión, particularmente de quienes son consumidores/as y no solo ciudadanos/as. Resultado de tales estrategias es la aparición de los denominados grupos de audiencia. «Las mujeres»(clasificadas por edades, ocupaciones y permanencia en la casa durante los horarios de la tarde) constituyen una audiencia con características propias.
El modelo (comunicación generalizada) no posee un poder inenarrable por si mismo,pero para las empresas ( que les encomiendan a los expertos sus publicidades, sus marketings, sus propagandas de partidos políticos) significa un excelente elemento para intentar reforzar su capacidad de dominación(simbólica y económica).Se reconoce la efectividad del refuerzo cuando, ante la aparición de nuevos modelos o nuevos productos se amplía su público así como aumentan los participantes en sus programas.
De las representaciones
Este nuevo modelo es correlativo con la crisis de la representatividad,que junto con la gobernabilidad son materia de análisis de las ciencias políticas ; remiten a la relación entre Estado y sociedad en lo que se refiere al modo en que los militantes elegidos dentro de los partidos políticos representan a quienes los votan).
Actualmente, también está en juego la idea de representación del género :¿quién representa a «la mujer»?¿Qué discurso, qué imagen, personificada por quiénes?Interrogantes que se articulan con lo que psicológica y filosóficamente se entiende por representación que discierne entre el sujeto de la representación y lo representado.
La representación,tal como Freud la describió concentra inquietantes discusiones entre diferentes corrientes psicoanalíticas. Una de ellas postula que dadas las características del actual pensamiento complejo,el análisis de la de la representación es insuficiente para abarcarlo
Estos temas quedan atravesados por la mediatización, es decir, el anàlisis de los efectos que producen los mass media;estos, ¿construyen la realidad? ¿la reproducen?¿ O acataremos la tesis que aportó Baudrillard(1978) al sostener su concepción de simulacro en tanto pérdida de la realidad como referente «real» por parte de los medios.? Entre nosotros, EliseoVerón (1983) , en la década del 80, insistió en la producción de la realidad para los medios, diferenciándola de la construcción de la realidad por los medios. El común denominador que sostuvieron diferentes autores apuntó a la hiperrealidad, a la ilusión de verdad y de cercanía , y a la ficción de autenticidad. Hasta ahora las coincidencias oscilan en que los medios producen realidad y al mismo tiempo, hay una realidad que se produce para ser emitida por ellos.
La acción permanente y deletérea de los mensajes y técnicas de información que la tevé nos acerca superpone vida pública(espacio público) y vida privada a punto tal algunos autores ya se refieren a «nuevo espacio público interno, parcial y ambivalente» (más allá de la actual discusión acerca de qué es lo que se considera formando parte de cada uno de ellos) .Tal vez sea asociable con lo que denominé los «parafamiliares» refiriéndome a los conductores de tevé(y de radio) a quien se nombra de modo familiar :»Lo dijo Mariano» o bien «Se lo escuché a Magdalena», como si esos profesionales fuesen miembros de la parentela de los /as televidentes.(Giberti E. 1994 )
En nuestros días, el énfasis puesto en la autorrealización, en la demanda de comunicación entre las personas de acuerdo con modelos nuevos (comunicación generalizada, programas interactivos), la individualización creciente, los reality show , en los cuales se finge una comunicación «más humana y espontánea», conduce a la ensambladura de las pautas que acabo de enunciar , en las que se incluye un horizonte de mediatización posible.
Aquello que acaece en el ámbito privado se sabe que puede ser filmado y proyectado en teve; ya sea porque un miembro de la familia cuenta con una cámara de video y filmó el blooper protagonizado por un familiar y que enviará a un progarama de teve, o porque algún vecino informará respecto de una pelea doméstica y aparecerá en el barrio el móvil de un canal.
Las novedades de cada día- aunque no sean filmadas en directo por los medios- forman parte de sus producciones debido a la combinatoria de discursos , escenas domésticas y de la vida pública. Los medios registran los cambios que surgen en las instituciones, en la familia, en la escuela y en todas aquellas circunstancias en las que las jerarquías y la autoridad son resignificadas.
El desarrollo que propongo se limita a algunos observables que resultan de mi experiencia en tevé.
Del representarse de las mujeres
Una vertiente del representar se refiere a la representación que cada mujer tiene de sí misma,y a la representación que el género masculino aporta acerca de quienes constituyen el genero mujer.
Ambas se instituyen como representaciones que contribuyen en la configuración de la subjetividad de género; a la par informan al mundo acerca de las representadas mediante los procesos que organiza el imaginario social, y al mismo tiempo ilustran sus contenidos.
La representación que una mujer se imponga acerca de sí misma podrá coincidir o no con la mujer que algún hombre represente para sí. Esta no necesariamente adherirá a la representación que de «las mujeres’ tenga el imaginario social de esa comunidad. Pero, mientras se mantenga ausente la mujer reconocida como sujeto de goce (en si,para sí y con el /la otro/a) en la dimensión que la Erótica la describe(Giberti E.1984 ) tendremos una-mujer-no-representada.Así como la mujer-madre logró emblematizarse y sustituyó a las otras calidades,posibilidades,etc.de la mujer, y así como contamos con representación de la mujer como sujeto de derecho , se mantiene faltante la representación social que el mito emblematizó mediante la figura de Eva tentada-tentadora en busca del goce compartido .
Los peligros inferidos y también posibles
Los primeros aportes acerca de la influencia que ejercerían las publicidades televisadas sobre el género mujer se evaluaron como riesgos ya que se advirtió que subrayaban los modelos mujer-madre y esposa y la mujer-objeto-sexual .Se sostuvo que la reiteración de esos modelos implicaría una promoción de los mismos además de reforzar la imagen tradicional de las mujeres.
Reproduzco algunos datos que publicó Isabel Larguía( y que nos permiten comparar una lectura,realizada hace años, con las lecturas actuales: «Un estudio sobre 231 anuncios en teve nos permitió comprobar que los estereotipos que determinan la venta del producto se dividen en 5 grupos femeninos y 5 masculino.Estos son, en orden de frecuencia :Ama de casa , madre compañera y esposa madre, luego Narcisista-Vamp: objeto sexual.Continúa, en proporción estadística, la imagen de Joven Independiente que avala un compromiso entre los dos tipos anteriores: es activa,hace gimnasia, baila, pero no demuestra interés por el estudio o el trabajo. Por fin la Mujer Trabajadora : solo dos avisos las representan :Yerba Unión y Cafiaspirina. En cuanto a la Niña:j uega sólamente con juguetes que se consideran exclusivos de la mujer; es pasiva, inhibida y a menudo requiere que un varón la» salve» de una dificultad.
La sintesis estadística : el 38% corresponde a la imagen del ama de casa; el 22 % a la vampiresa, 16 % a la joven independiente; 8 % a la trabajadora y 6% a la niña. Es decir, que un 76 % aparece la mujer como dependiente del varón..»Nunca fué tan invisible la reproducción privada de la fuerza de trabajo,o sea el trabajo doméstico, como en la teve argentina.» comenta Larguía. Si bien las diferencias impusieron sus novedades y hoy son otros los avisos, no han cedido en lo que hace a los contenidos patriarcales
Corroborando el texto de I.Larguía,desde otra perspectiva Margaret Gallagher( escribió :»Un número abrumador de investigaciones norteamericanas y europeas indican que, en lo tocante a la participación real de las mujeres en la fuerzade trabajo,todos los medios de comunicación representan insuficientemente a las mujeres trabajadoras»
En un informe preparado por E.Bonilla de Ramos( , la autora analiza la relación entre los medios y las mujeres colombianas,»Al presentar a la mujer como ama de casa, los medios de comunicación captan un aspecto de la realidad femenina de incuestionable actualidad y relevancia en el funcionamiento de la sociedad, y un aspecto que es definitorio de la mujer y de su relación con esa sociedad. Distorsionar no es sólamente falsear la realidad, sino también realzar aspectos secundarios presentándolos con un peso que no les corresponde.Este no es el caso de la presente discusión.El trabajo doméstico constituye un aspecto central en la vida de las amas de casa»
Otra es la perspectiva de Graciela Maglie(1989) que, sin desconocer la realidad decripta por estas autoras apunta a una visión esperanzada:»Creo que los medios de comunicación junto con los sistemas educativos definen ámbitos cruciales que no pueden ser abandonados desde una visión «reproductivista» como inexorables inoculadores de las ideas dominantes, en este caso reproductoras del sexismo de la cultura.El desafío está en poder visualizarlos como espacios cosntitutivos de la sociedad que aspiramos a transformar.»
Teresa De Laurentis(1989) , desde una teoría del cine, advierte acerca de la inconveniencia de plantear las antinomias bueno/malo que aluden a los estereotipos que se presentan mediante las imágenes, como si a partir de ellas se manipulase inevitablemente al genero, ya que aceptar este supuesto indica una muy pobre evaluación de la capacidad de la que disponen las mujeres para mensurar los contenidos que se le ofrecen.
La pertinencia normativa
Avanzamos entonces en territorios de creencias, mitos y estereotipos que forman parte de esa experiencia. Cualquiera de ellos cabalga sobre instancias complejas que forman parte de los imaginarios sociales y de los universos simbólicos , algunas de las cuales son subrayadas por los aportes de la tevé.
La condición estereotipada de dichos modelos identificatorios e imitativos permanece invisibilizada , más aún, algunos de ellos adquirieron caracter de naturalización(aquellas que remiten a la exclusiva responsabilidad del genero mujer en las tareas domésticas y la crianza de los hijos , por ejemplo).Es decir,los modelos que muestra la teve pueden adquirir caracter de pertinencia normativa.
Dicha pertinencia incrementará su eficacia si sus contenidos constituyen parte o momentos de la propia biografía, y es desde esa perspectiva que se les otorga legitimidad. En particular debido a que el genero mujer no fué entrenado en una lectura crítica de los hechos y circunstancias de la realidad ; por otra parte, el género está implicado, históricamente,en el mantenimiento de creencias, mitos y estereotipos, ya sea desde una participación mínima (escuchar lo que otros dicen), o ser sujeto protagónico de hechos que se rigen por códigos derivados de prejuicios o estereotipos. Más aún ,todos ellos (mitos, estereotipos y creencias), funcionan ligados a otras historias que ,a su vez, forman parte de la biografía del mismo sujeto.
De modo que sostener, o achicar , o desactivar una historia personal relacionada con lo que la teve ofrece, producirá efectos en las otras historias de la propia vida, rizomáticas o confundidas entre sí como el agua de los vasos comunicantes .
Los Estudios Culturales(GROSSBERG L, NELSON G y TREICHLER P. 1992)
se ocuparon sistemáticamente del tema junto con los problemas que plantean las diferencias entre razas, edad y orientación sexual ;los antagonismos posibles dentro de de cada área o en su interconexión no pueden excluír la pertenencia a clase que es capaz de alterar la pertenencia a cualquiera de esos sectores.
Entonces podríamos proponer la existencia de una tensión entre ambas posiciones, la apocalíptica y la integrada, al decir de Eco , o sea la que advierte acerca de la amenza que significa la tevé que propne modelos negativos del género mujer,y la que apuesta a la capacidad de discernimiento de las mujeres para juzgar lo que le muestran.Esta tensión, evidencia una política de legitimación de los contenidos visuales y auditivos que proporciona la teve , los cuales se institucionalizan mediante las propuestas sociales,politicas, psicológicas que parten de las publicidades y de sus programas.
Es decir, inevitablemente se compromete-ya sea que se acepten las propuestas de la teve o que se las rechace-la dinámica del mundo imaginario in conciente, conciente, personal y social , además del compromiso de los componentes simbólicos propios de cada subjetividad. Convendrá tener en cuenta la importamcia que adquirieron los medios en lo que hace a la subjetividad;ya no se trata de analizar prioritariamente la eficacia de las pulsiones,la historia, etc. en la constitución de subjetividades sino de tener en cuenta que tanto pulsiones.identificaciones,historia,etc. están asociadas inevitablemente, al efecto de las producciones de los medios.
Las mujeres que trabajan en publicidad , dentro del área de la imagen que se proyecta en tevé y forman parte de los avisos que las incluyen en la recomendación de determinados productos, constituyen un universo con características propias. Ese universo se diferencia del que configuran aquellas mujeres que trabajan en tevé ocupando otros espacios: conductoras, comentaristas, invitadas ,actrices.Centraré el artículo en la imagen,porque así fué planteado en su origen,pero queda pendiente un análisis de los discursos que acompañan a la imagen y que son fundantes para la comprensión, aceptación o rechazo de la misma.
Un comentario de Goffman(1977), cuando se refiere a los ritos distingue los hechos de la vida real de las escenas publicitarias,y señala que la standarización,la exageración y la simplificación propias de los rituales adquieren un grado superior de elaboración mediante los discursos de la publicidad, ya que dichos discursos aparecen aislados del contexto que rodea a los ritos. De allí que describa a la publicidad como una hiperritualización.
Para aquellas que utlizan su imagen como herramienta de trabajo, consignaremos la descripción de imagen que se refiere a la representación psíquica ( visual-auditiva que forma parte de su subjetividad) que la mujer tiene de sí misma y que incluye su cuerpo valorizado en tanto figura no sólamente estética sino capitalizable.Los imaginarios sociales enfatizan dicha significación.
Ambas instancias se sostienen en la palabra «modelo»(trabajar «de» modelo) ; la aplicación del vocablo implica una designación, es decir, actúa en quien la utiliza y en quien la escucha gestando su propia significación mediante su potencial ilocutorio. No caben dudas acerca de lo que significa estar incluída dentro de un modelo(el que proponen las modelos mediante la moda) o fuera de él; a lo que añadimos la producción de unidades discursivas que asocian al modelo que la modelo representa con una vida placentera y triunfal,social y económicamente.
«Trabajar de imagen»
Aquellas que «trabajan de imagen» reciben dinero a cambio de dicha exposición lo cual implica relaciones de producción y de jerarquía social,en uno de cuyos extremos se encuentran quienes las contratan,les pagan o las despiden.
El trabajo que se les demanda incluye maniobras técnicas que sean capaces de gestar imagenes seductoras o interesantes para el público; pueden lograrse mediante el vestuario, el maquillaje (Giberti 1987-89),las actitudes,los textos utilizados,etc.
Los notorios cambios en las costumbres que se advierten en numerosos segmentos de los universos sociales ,en cuanto a la autonomía de las mujeres, ingresan parcialmente en algunos avisos publicitarios. En algunos de ellos se mantiene lo que Ana Amado(1989) denominó » la imagen metafórica del combate en la cual la fuerza masculina busca imponerse a la eterna negativa-más simulada que real- de las mujeres. De este imaginario cultural extendido suele desprenderse la idea de que el deseo femenino es subordinado ya que depende de la iniciativa del hombre para su realización» Cito este texto ya que este combate mantiene su eficacia al enfatizar en los méritos que debe hacer diriamente una mujer para ser objeto de deseo del varón , de acuerdo con los discursos tradicionales.
La mujer que » trabaja de imagen» aporta un cuerpo para que de él se extraiga un producto :su ocupación reside en producir consumo mediante el cuerpo convertido en materia prima . Lo mismo ocurre con el varón, pero la diferencia radica en que el varón-modelo habla y procede como lo haría un hombre. A veces idealizado, siempre valorizado, aún cuando se lo ridiculicce ya que se intenta generar simpatía hacia su personaje .
En cambio, la subjetividad de las mujeres (como categoría histórica) que «trabajan de imagen» queda dislocada por la superposición de discursos :los que podría emitir si representase a una mujer con conciencia de género y aquellos que le adjudican los mensajes publicitarios.
Si la que trabajase fuera una modelo con conciencia de género,la reiteración de los modelos elusivos de la subjetividad femenina podría colocarla en una situación paradojal(Grupo de la Paradoja 1989):la de ser diferente de quien ella es cuando es modelo. Mostrándose diferente de las demás, es al mismo tiempo, igual que las otras mujeres.Esa condición / calidad de «ser como las otras» es ineludible para ser reconocida como modelo identificatorio o imitativo para el público de mujeres. Al mismo tiempo debe exhibirse en mejores condiciones que las otras para ser admirada ya que aporta como significantes, por ejemplo, la capacidad de ahorrar comprando mejores productos (más económicos), o la inteligencia advertida (se equivocan quienes no consumen aquello que ella promueve) ,y también la seducción más sugestiva.
Quienes » trabajan de imagen» , cualquiera sea su papel, saben o presienten que actuan en el nivel de la competitividad(Crivelli L. , Gatica A.,Vidal L.1996) entre mujeres, es decir, dentro del ámbito de posibles tensiones entre «la mujer que ellas representan , y las mujeres que miran la pantalla de teve, las cuales suponen que ella realmente es semejante a la modelo que se muestra», aunque no ignoren la ficción .
¿Solamente victimas de la teve?Es una afirmacion prejuiciosa.
No todas las mujeres ingieren las sugerencias televisadas ni las transforman en mandatos, y la teoría de la persuación -permanentemente desacreditada por los aportes de quienes se oponen a una pretendida manipulación total del público televidente- no alcanza para convertir al género en víctima de las publicidades televisadas; no obstante es pertinente rescatar como hipótesis sus niveles de eficacia probable :»Los medios de comunicación no sólo nos reflejan ,también nos moldean , atenúan, exacerban, o instan a tener determinados comportamientos» , escribe Adriana Santa Cruz(1989)
Las respuestas que aportan las imagenes proyectadas: mujer-esposa-y-madre y la mujer-seductora-sexualmente funcionan como obturantes de una pregunta siempre renovada que proviene del esforzarse de la pulsión en busca de saber.
Cuando la mujer se compromete en el inquirir, apuesta a su imagen íntima(resguardada por su subjetividad) , que se expresa mediante lo que le pregunta a las imágenes que se le ofrecen. Introduce dudas y objeciones y se opone a la pretensión de rematar su reflexión acotándola a la imagen triunfante de la modelo.
Aquellas que no revisan lo que se les ofrece y repiten contenidos publicitarios, fueron calificadas como «patos sentados» por los estadounidenses, denominación que corresponde a las mujeres que transcurren su día sentadas delante del televisor . Este punto abre un largo capítulo respecto de lo que puede repetirse, habiéndolo escuchado en teve, sin que provenga de la publicidad.
El Duque de Mantua entre el capitalismo y el efecto placebo
Los estereotipos mujer-madre-y- esposa y mujer-objeto-sexual, utilizados para condenar las producciones de teve, ya sea en sus publicidades cuanto en sus programas, funcionan como obstáculos epistemológicos, al decir de Bachelard, que cristalizan o dificultan la realización de otros análisis relativos a la mujer como sujeto deseante.Dicho obstáculo bloquea el registro de las complejidades que ofrece la proyección de imágenes en pantalla, así como de la emisión de discursos . Estas son dimensiones que construyen redes de sentido que precisamos continuar estudiando dada sus constantes resignificaciones .
El contexto capitalista que no sólo decide la producción de programas y publicidades , no es ajeno a las modificaciones de la subjetividad de la niña, de la adolescente y de la adulta, jaqueadas por las exigencias de fragmentación y de velocidad que caracteriza la época.
La capacidad para eludir determinadas rigideces, es probable que exista como aptitud de innumerables mujeres,lo que les facilitaría instituírse a sí mismas más allá de los ordenadores que se estiman «básicos para la personalidad femenina».Esta capacidad-aptitud les permitiría reaccionar y proceder según diferentes estilos y modelos que las representan (aunque sean distintos y las muestren como personas diferentes). Algo así como «ser varias al mismo tiempo»
Esta aptitud, que facilita jugar distintos papeles, sin que ello implique engaño ni actuación psicopática, sino plasticidad y capacidad para adecuarse a diversas circunstancias, se evaluó, a través de los siglos, como flojera superyoica y travestismo psíquico del género. Es la creencia que se apoya en una evaluación denigratoria y deformante de dicha aptitud . La inmortalizó Francesco Piave,el libretista de Rigoletto, quien escribió, para Giusseppe Verdi una versión libre de Le roi s´ amuse, de Victor Hugo.En el tercer acto, el Duque de Mantua «canta una cínica canción en la que expresa su desdén hacia las mujeres :»La donna è mobile / cual piuma al vento/ muta d´accento / e di pensiero» (POSA E.1985)
La atribuída volubilidad del género , merced al apoyo que la teve implica ,puede verse favorecida al encontrar una multiplicidad de modelos identificatorios,que no es lo mismo que imitación. Es una alternativa para el cambio,(como alternativa de la subjetividad) , al sustraerse de las rigideces que marcan «cómo debe ser una mujer». Ya que ese «como debe ser», aunque apunta a rigidificar estereotipos, también ofrece contramodelos en relación con los originales Esos contramodelos aparecen en pantalla como mujeres capaces de actividades extradomésticas. Al mismo tiempo la plasticidad de algunas mujeres permite el juego de quien ensaya formar parte de las huestes televisíacas al asistir como público-en-cámara a los estudios de teve,ya sea en actitud provocativa ,tímida,o «natural».
Esta mecánica, asociada a los aportes de la teve, opera en niveles simbólicos e imaginarios a partir de la idea y de la sensación-percepción, de reunirse a distancia con los modelos propuestos. Sensación semejante a lo que W.Benjamin denominó «el rastro» :» La aparición de una cercanía por más lejos que esté aquello que dejó atrás»
Reflexiones actuales(1997)
Me parece que la enunciación mujer y teve arriesga convertirse en materia prima de la historia( valiosa como discusión acerca del genero)descuidando su utilización para ensayar una acción modificadora de la realidad social.Esta idea, » acciones que puedan cambiar la realidad social » es antigua, repetida,lugar común. Cabe reproducirla ya que arriesgamos intensificar el estudio histórico (de las mujeres en teve) omitiendo la correspondencia de esta intervención mediática de las mujeres-que trabajan en tevé y que miran teve-con la realidad.
La lógica simbólica que resulta de la intervención esclarecedora de los discursos producidos por algunas mujeres ,es eficaz como advertencia transitoria y como formadora de opinión, pero no logra perdurar lo suficiente dado que las» mujeres mediáticas» entrenadas en temas referidos al género no consiguen incluírse de modo sistemático en los medios. Es decir, tener representatividad .Su discurso se hace sentir en los circuitos de opinión, y desde allí se inserta y articula con el imaginario personal y social . En cambio, la lógica simbólica que coadyuva en la toma de sus decisiones se mantiene para muchas mujeres en territorio de acatamientos a las lógicas patriarcales..
Cabe subrayar que los efectos -aunque coyunturales- de algunos discursos expuestos por mujeres, son relevantes para informar acerca de las problemáticas de genero, ya que las posiciona en nivel detransparencia.Las visibiliza y las torna potables para integrarse en las modificaciones enriquecedoras de las subjetividades.
No es un camino hacia las conformidad,sino un planteo asociado con la crisis de la representación que excede la representatividad ( como parte de la tarea de los partidos políticos,) para insertarse en las politicas (sociales, familiares y públicas). Es decir, se trata de la representación de los problemas de género en las políticas; y de la representacion que cada mujer tiene de si misma(psicológica ,filosófica,y de genéro) entendida como un componente fundante de esas políticas cuando éstas se articulan con., se integran a, o se diferencian de la realidad .
Utilizar la pantalla chica para existir y no sólo para aparecer,constituye una responsabilidad que permite algo más que exponer las problemáticas del género: Cada vez más se reconocen las propuestas que planteamos en busca bienestar para todos y para todas,así como avanzamos en reclamo de justicia, (sin inventar futuros carentes de conflictos). Lo que en ellos digamos y pongamos en práctica coadyuvará-como ya lo está haciendo- en la modificación de la percepción social que nos adjudica estrategias sensibleras y exhibiciones narcisistas exclusivamente.
Las políticas de los medios intentaron mantenernos dentro de las concepciones tradicionales pero tuvieron que acogerese al ritmo de los tiempos ; equilibraron los programas con la presencia de mujeres,capaces de plantear otras alternativas y ofrecer un modelo pluralista y por momentos transgresor de las pautas canónicas.Es decir cuando es posible articular,escindir,y mantener la contradicción y la tensión.
Desde la literatura,las leyes, los cambios sociales en general se facilitó un nuevo encendido en los procesos cognitivos, desiderativos y críticos de las mujeres, en combinación con las imàgenes cotidianas de la teve.Yo creo que la escena mediática es territorio histérico,prometedor, frustrante , capacitador e incanjeable.Que no podemos asumir en triunfo y tampoco en derrota.Es una porción de imaginario encarcelado que se insurrecciona en clave simbólica.Podemos entrar y salir de ella,o bien enmarañarnos con sus cables , o meternos en sus vísceras para «salir al aire»
Pero si nos mantenemos ajenas, distanciadas y mascullantes contra la pantalla chica, limitaremos la escucha de los hombres, de las niñas,de los niños, de las mujeres.