La víctima es la víctima

Por Eva Giberti

El tema se les ha escapado de los mensajes en  los correos electrónicos y de las Listas y Foros regulados por mujeres  preocupadas e interesadas en el tema violencias  contra el género.

Ya no somos tan solo un grupo de mujeres que,en nuestro pais y desde la decada del 80,introduciamos el tema violencia  familiar en cualquier lugar en el que participábamos;   ahora las páginas de los periódicos,las voces de las radios y las imágenes de la teve abundan en advertencia,denuncias y promoción de los derechos humanos de las mujeres.
Imposible desconocer  la existencia de golpeadores decididos a imponer sus prepotencias  en la vida de las mujeres y no alcanzan las excusas del imaginario social que sostenia “siempre fue asi”, ni resultan graciosas las letras de tango que se regocijan afirmando “ si no te rompo de un tortazo es por no pegarte en la calle” Y en cuanto una cumbia o un rap amaga con promover el estilo, desde las legislaturas surge alguna diputada reclamando el limite para ese segmento de educación  que la música popular promueve.
Jamás supusimos que el universo de golpeadores y de sus complices, admiradores, sostenedores, justificadores y defensores retrocedería  y esperábamos  la aparición del recodo  desde el cual pretenderían avanzar.Recodos hubo muchos.Ahora el nuevo  invento  resultaria ingenuo si no fuese peligroso. Reside en que en determinadas instituciones oficiales, ante la mujer  golpeada que denuncia al compañero que forma parte de esa institución, se utilizará la palabra “entrevistada” cuando ingresa en el circuito de admisión.Le tocará a ella demostrar que sus lesiones estuvieron a cargo del golpeador Hasta que lo demuestre legalmente  no sera una victima.Logica que responde a una antigua historia relacionada con el Codigo Penal Procesal ,que depende de una sentencia relativa a la “denuciante”no  evaluable como víctima. Estamos frente a un cuidadoso respeto por el tramo jurídico que involucre la violencia familiar,frecuentemente caratulada por los jueces,una vez que se ha judicializado la historia, como “lesiones leves” (procedimiento que torna muy complejo realizar estadísticas acerca de esta índole de violencias  clasificadas según una nomenclatura que elude su nombre propio, fenómeno que encontramos en todo nuestro pais.)
¿Que sucederia con las estadísticas si siempre se procediera de ese modo refiriéndose a “entrevistadas” por ejemplo cuando la victima recurre a una institución pidiendo ayuda o cuando nos llama por teléfono al numero 137-abierto los 365 dias del año- para que la Brigada Movil que atiende urgencias en violencia familiar llegue a su domicilio  y la conduzca a realizar  la denuncia y al hospital para ser atendida, ademas de buscarle un refugio transitorio?¿ Deberíamos pensar que esas mujeres  refugiadas en un rincón de la casa y abrazadas a sus hijos  serán nuestras entrevistadas  o las víctimas a las que debemos auxiliar y asesorar?
Con la idea de “entrevistadas”-negando en la admisión que nos encontramos ante una mujer golpeada-empezarian a perder sentido las declaraciones de los organismos internacionales que vienen calificando la violencia como lo hizo Kofi Annan, Secretario General de la ONU: «La violencia contra las mujeres y las  niñas  es un problema con proporciones de epidemia, quizás la violación de los derechos humanos más generalizada de las que conocemos. Destroza vidas, rompe comunidades y detiene el desarrollo».¿Acaso Annan   hablaba de “entrevistadas”?
Los medicos que atienden en  sus consultorios  a una mujer que solicita atención  y no  cuenta que  la fractura de su brazo es producto  de un golpe, ¿deberá considerarla protagonista de una entrevista profesional y admitirla como “accidentada” en lugar de alertarse ante una posible victima de violencia familiar?
Otro modelo “de vanguardia”
Este elude la existencia de la victima al hablar de “mujeres en situación de violencia”.El argumento recala en una bienintencionada tesis: calificar a la victima como tal es estigmatizarla.Sabemos que estigma corresponde al latin stigma, marca impuesta con hierro candente.O sea, quedará instalada de manera permanente.Que es lo que le sucede a la mujer golpeada,más aun, quienes trabajamos con ellas años después de haber finalizado su relación con el golpeador,no titubean en contar públicamengte ”yo fui una mujer golpeada”; es decir, el recuerdo de haber sido infamada por la violencia no desaparece porque ahora ella ya no la padezca  y podamos luchar abiertamemnte contra ese delito. Parte de la gravedad del mismo  resulta de los efectos que esa violencia incrustó en la victima, aunque ella actualmente haya finalizado ese periplo.
.La pretensión de proponer la frase:”mujer en situacion de violencia” puede ser producto del deseo que ella sobreviva lùcidamente de esa situación, dado que ése es uno de los principios básicos en el trabajamos con mujeres golpeadas ,puesto que de una situación   se emerge y de un estigma no . El punto de inflexion es ése:la mujer podrá sobreponerse a la situacilon,la modificará-cuando pueda- pero la marca que puso en marcha y definio su necesidad de huir de la violencia y de denunciar al golpeador  esta sostenida por la memoria del estigma  con que el golpeador la marcó. Es ésa ferocidad de la marca la que se instituye en potencial para defenderse.
Los argumentos de los sueños de las mujeres que fueron golpeadas y eludieron la violencia,los sobresaltos con que responden, años después de haberse separado del golpeador ante contactos bruscos(empujones casuales por ejemplo) nos hablan de la memoria marcada aunque en la vida se haya “superado” la experiencia como victima.La preocupación por la estigmatizacion  reside en que se teme que sea la comunidad la que descalifique a quien fue golpeada-lo que suele suceder-y se supone que suprimir la palabra victima y sustituirla por” mujer en situación de violencia” logrará la maravilla.
Esas sustitución semántica no educará a la  comunidad,por el contrario, tiende a disimular que hay golpedores que producen marcas perdurables .”Mujer en situación de violencia” se desliza hacia el achicamiento o encubrimiento de esa violencia a la que se posiciona como “situacional” , es decir, modificable en-si y transitoria.O sea, desconoce los femicidios en aumento.
Tambien deconoce la  Resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas en 1985:”
“se entendera por victima  a  las personas que, individual ó colectivamente, hayan sufrido daños, inclusive lesiones fisicas o mentales, sufrimiento emocional, perdida financiera ó menoscabo sustancial de los derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislacion penal vigente en los Estados miembros, incluida la que proscribe el  abuso del poder”.
El universo preocupado por neutralizar los movimientos que actualmente transparentan la gravedad de las distintas formas de violencia contra las mujeres, genera alternativas destinadas a revertir lo que en materia de esas violencias   ya se ha evidenciado como problema grave.Actualmente apenas se sostienen los mitos alrededor de la violencia familiar  o doméstica  pero se crean modelos propios de la  violencia simbólica, como los que acabo de enunciar. Lo cual propicia que tengamos, cada dia,  una responsabilidad creciente: la inteligencia siempre encendida  y la accción  irrenunciable.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *