Silvia Bleichmar
Nueva edición ampliada con prólogo de Eva Giberti
Editorial Topia
Esta es una nueva edición ampliada del libro La subjetividad en riesgo. En la introducción Eva Giberti va recorriendo los temas desarrollados en cada capítulo sobre la actualidad de nuestra cultura. En un párrafo nos señala: «Por ahí pasa uno de los grandes problemas del mundo psi según Silvia Bleichmar. Cómo y qué hacer, en las condiciones críticas de hoy, para ser freudianos a la altura de Freud… Qué puede y qué debe hacer un psicoanalista en este mundo ruinoso que nos toca, para seguir siendo freudianos, esto es, para seguir siendo dignos de la pertenencia a una tradición humanista, crítica, autónoma y solidaria.
Bleichmar sube la apuesta. Quiere ir más allá, lo cual, en ese sentido, es fiel a aquella tradición. Quiere ir más allá de los padres cuestionadores y proponer una nueva plataforma. Aquella vez se cuestionó la relación psicoanálisis/política, la relación del psicoanálisis con sus instituciones y el papel del psicoanalista en la sociedad.
Ella no abandona esa línea de trabajo pero agrega el cuestionamiento a la teoría misma. A ningún cuestionador de los 60/70 se le hubiera ocurrido poner en tela de juicio algunos de los grandes paradigmas oficiales de la teoría. Bleichmar lo hace. Este es un paso más allá.
Tal vez eso tenga que ver con las características de esta nueva crisis, que no sólo habla de hambre, desocupación y exclusión, que no sólo refiere a las consecuencias de ello en el mundo de la subjetividad, sino también de teoría acumulada en el campo propio, de nuevas líneas de investigación y, es bueno reconocerlo, de una presunta mayor consistencia desde las mitologías y desde las hipótesis que bajan desde el Olimpo de las ciencias duras para vigorizar el positivismo del nuevo siglo.
En algún sentido Bleichmar imagina que en estos tiempos se vive un combate semejante al que debió librar Freud cuando decidió poner en crisis a la ciencia positivista de su época enarbolando la idea de un extraño objeto de estudio, el inconsciente, que nadie pudo medir en un laboratorio y que nadie pudo despedazar en un quirófano. Hoy el combate tiene un perfil semejante, por momentos hasta un tono épico frente a un adversario que se presenta ante el mundo con el aval del prestigio, real o imaginario, de la ciencia del siglo XXI, por un lado, y con el respaldo del poder económico de la industria (biotecnología, farmacología, etc.) por el otro».