Florencio Escardo y Eva Giberti
Editorial EUDEBA, 1964
Serie Cuadernos, nº 119
Los autores de este trabajo entienden por hospitalismo «la suma de perjuicios que una persona-en este caso un niño- recibe por el solo hecho de permanecer internada en un hospital que tenga en cuenta su condición de enfermo, pero margine las determinantes de su unidad estructural bio-psico-social.Señalan asimismo que el hospitalismo es parte integrante del vasto capitulo del institucionalismo que comprende el efecto de organizaciones que, como el asilo y el orfanato, albergan niños partiendo de un hecho típico y primordial: lanegaciónde todo medio familiar»(síntesis del texto de la contratapa )
Addenda en el año 2002:
El valor de esta obra, pequeña en su extensión (60 páginas) reside en la importancia política de la misma.En la Argentina de aquella época se desconocían los efectos del hospitalismo que ya había sido diagnosticado y estudiado en Europa. En dicho continente se conocían los textos de Jenny Aubry, y las investigaciones de Spitz y de Bowlby.
Entre nosotros, Escardó intentaba internar a las madres junto con sus hijos enfermos en la Sala donde funcionaba la Segunda Cátedra de Pediatria de la cual era titular.Dicha Sala era conocida previamente como la Sala 17.
La feroz resistencia que encontró entre sus colegas médicos para incorporar las madres a las salas condujo a enfrentamientos graves entre ellos. Al desconocer los efectos del hospitalismo se negaban a incorporar a las «madres villeras» en el ámbito hospitalario, más allá del horario tradicional de visitas. Esta lucha, de la cual participamos quienes formabamos parte del equipo de la Sala 17, fue documentada en una película y en diversos textos publicados en revistas de Pediatria deAmerica latina.De alli la impirtancia política de esta edición de EUDEBA, que se publicó durante la época de aquellos enfrentamientos.