Publicado en Pagina 12, el 17 de marzo 2010
Por Eva Giberti
Los vemos,fotografiados, como si fueran personas comunes, como tantos otros, sentados en fila, a veces con aire solemne, en oportunidades como borrachos, pero siempre rigurosamente trajeados, como si el traje y la corbata los condujese a reconocer la seriedad del trámite y la investidura del tribunal. Menos uno que aparece en pullover , deportivamente,para poder aremangarse y diferenciarse de los otros, como el que se atreve a más y tiene más poder o más capacidad de seducción masculina, diferenciación histórica entre las fuerzas armadas.
Por fin podemos mirarlos , recortarlos y con sus figuras armar nuevas escenas, como cuando los chicos diseñan sus collages. Una vez recortados podemos pegarlos en el borde de la hoja o meterlos en un estanque pintado con lápiz celeste,junto con los patos, o como parte de la granja sentados en tractores, o armar un escenario y sentarlos como público en una fiesta de fin de año mirando a los niñitos que cantan el himno. Podemos recortar esas fotogrfias destrozando la página del diario y construir miles de imágenes, como si fuéramos los dueños de esas vidas. Que ahora deben responder ante la justicia porque ellos armaron las trágicas escenas que el 24 de marzo conmemora, cuando algunos de ellos sentados frente su escritorio firmaban las órdenes que hoy dicen no haber firmado.
Esas fotos no nos muestran a quienes nos miran de frente, salvo un primer plano buscado por algún perodista, están de costado o mirando hacia abajo, escondida la mirada por el azar fotográfico.
Son las caras de quienes, torturaron y desaparecieron cuando se enancaron en un 24 de marzo para perdurar Indefinidamente.
Si volteamos las hojas de PAGINA 12,otras son las fotos que nos miran de frente, desde el vacio de la ausencia , la cara de otro que existía y que fue expulsado de su vida , que está presente cada día. Pero no es ésa la cuestión, la del recuerdo interminable. Desde esas caras que surgen en el diseño de las páginas, se reconoce el alerta escondido que brota desde la ausencia. Pero difícilmente se encuentre el sobresalto que podria surgir en el Yo de quien las mira como si no importaran, como un recuadro más del diario.Pero no son un recuadro más, son los desaparecidos .
Esas caras que parecerían ajenas , vaya a saber quiénes serian aquellas gentes desaparecidas que, en la letr adel periódico enhebran mensajes amorosos escritas por amigos y familares , aparecen y nos alertan, sin que las escuchemos, dicièndonos que la lucha que les robó la vida no terminó.
Ese sujeto que desde el recuadro me mira ,fatalmente me sobresalta aunque no quiera atenderlo ni recordarlo .Es un prójimo que apela a mi indiferencia y a mi descuido, que me descubre desde su mirada, como diria Sartre:”La mirada que manifiestan los ojos,no importa qué naturaleza éstos sean, es puro retorno a mí mismo.”
El surgimiento de ese otro que me mira no es solamente una molestia que se trata de eludir sin mirarlo ni leerlo, ese prójimo que me despoja de mi libertad, como diría Sartre.,para quedarme tranquilo y pensar que el horror terminó,porque Strassera dio la orden “Nunca Más”.Ese prójimo ocupa el lugar de la palabra viva de cada dia, despertándonos.
Ahora podemos entrar en el campo de los asesinos, podemos mirarlos mientras viven, congelarlos en las fotos y recortarlos, por lúgubre que parezca la idea, sin embargo, mientras tanto se cocina el engaño y se perfecciona la trampa: son otros, invisibles, los que están esperando su turno para volver como sea.
Si éste es el comentario para un 24 de marzo, no parece un homenaje a la memoria de los ausentes,menos aun un recordatorio triunfal .No lo es porque la tensión positiva que produce el mirarl a los enjuiciados, no aminora los efectos del terrorismo de Estado en las generaciones sucesivas,ni la inspiración que suscitaron en otros que ahora se enmascaran tras la demanda de mano dura.
Resaltar la singular coyuntura que enlaza a los victimarios siendo juzgados ,con sus fotos publicadas en las mismas páginas que honran sus víctimas en homenaje permanente , solo pretende recordar que cada recuadro es parte de una lucha en la la historia del pais y como tal corresponde sea leido y mirado.Los otros trajeados con saco y corbata
se recordarán como los que ensangrentaron y empobrecieron al pais. Sus admiradores activos no están siendo juzgados, todavía.